Rosanne Di Stefano, astrofísica en el Centro de Astrofísica de Harvard-Smithsonian (CFA)
ha hecho un estudio en el cual revela que los racimos de estrellas
viejos y densos podrían ser el lugar idóneo para hallar vida inteligente
fuera de nuestro planeta Tierra.
Hasta la fecha, un único planeta ha sido
encontrado en un racimo estelar. Muchos científicos están en contra de
la posibilidad de hallar vida en estos planetas inhóspitos al estar repletos de viejos materiales espaciales, a lo que Di Stefano discrepa completamente.
La estrella más cercana a nuestro planeta se encuentra a cuatro años luz de distancia, en cambio la estrella más cercana a un racimo estelar está únicamente a un trillón de millas, lo cual facilitaría la comunicación entre diversos planetas y la posibilidad de desarrollar niveles complejos de vida.
Alak Ray, astrofísico del Instituto Tata de Búsqueda Fundamental De Mumbai está a favor de Di Stefano e incluso indica que la comunicación entre racimos estelares podría ser mucho más sencilla y fácil que la terrícola, con lo que enviar una carta entre dos estrellas tardaría más o menos lo mismo que tomaba llegar una carta a Europa procedente de Estados Unidos en el siglo XVIII.
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