lunes, 12 de octubre de 2015

Crítica hacia la moda actual.

La moda se está convirtiendo en un absurdo y artificial mundo del glamour que nos venden las revistas, en concreto a la imagen distorsionada que difunden de la mujer a través de modelos que no representan a las mujeres reales y que obvian a todas aquellas mujeres que no están dentro de sus restringidos parámetros. 

                                        


Esto provoca una gran influencia en jóvenes que se ven afectadas por desórdenes alimenticios y depresiones, y no sólo a jóvenes que quieren cumplir un sueño, también modelos profesionales se dieron cuenta de lo absurdo y devastador que es este mundo. Un caso actual podría ser el de la modelo británica Cara Delevingne, que durante una entrevista concedida a The Time dijo "el mundo de la moda me ha hecho odiar mi cuerpo", y decidió así, dejar el mundo de la moda para dedicarse a uno de sus sueños, ser actriz.

                                   


 El hecho de que diseñadores utilicen a chicas "esqueléticas" y rechacen a chicas con una talla 36 (una talla bastante normal para cualquier persona), es lo que provoca que este mundo, que podría ser precioso, llegue a ser un infierno. Por suerte, esto está cambiando, y mujeres que están en contra de estos ridículos parámetros se han puesto manos a la obra; es el caso de Ashley Graham,
una gran defensora de la inclusión de las modelos con curvas reales. Tras ser portada de la revista Elle y protagonista de editoriales de moda para Vogue y Harper´s Bazzar, se presentó en una de las pasarelas de New York Fashion Week, donde mostró su voluptuosa figura junto a las de otras compañeras. Ashley deslumbró con su gran personalidad en el desfile de STYLE360, lugar en el que mostró su nueva colección de lencería fina.
La modelo y diseñadora no solo presentó su colección sino que dejó con la boca abierta a los asistentes al lucir alguna de las prendas junto a otras modelos talla grande, alejándose de los estándares de belleza que suelen dominar en la industria, maniquís esqueléticos.

                                  


Hechos como estos hacen pensar que algo está cambiando, y que personas como ella son las que harán esto posible, solo hace falta poner un poquito de cada persona para concienciar a diseñadores y personas de que tener una talla 30 no es bonito y que cada mujer tiene algo especial, independientemente de su talla, que puede aportar al mundo de la moda.
 Empezar a dar oportunidades a chicas con cuerpos reales y mucha actitud hará que esto deje de ser un tormento y vuelva a ser lo que era antes.






 

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