Crítica hacia la moda actual.
La moda se está convirtiendo en un absurdo y artificial mundo del glamour que nos venden las revistas, en concreto a la imagen distorsionada que difunden de la mujer a través de modelos que no representan a las mujeres reales y que obvian a todas aquellas mujeres que no están dentro de sus restringidos parámetros.
Esto provoca una gran influencia en jóvenes que se ven afectadas por desórdenes alimenticios y depresiones, y no sólo a jóvenes que quieren cumplir un sueño, también modelos profesionales se dieron cuenta de lo absurdo y devastador que es este mundo. Un caso actual podría ser el de la modelo británica Cara Delevingne, que durante una entrevista concedida a The Time dijo "el mundo de la moda me ha hecho odiar mi cuerpo", y decidió así, dejar el mundo de la moda para dedicarse a uno de sus sueños, ser actriz.
El hecho de que diseñadores utilicen a chicas "esqueléticas" y rechacen a chicas con una talla 36 (una talla bastante normal para cualquier persona), es lo que provoca que este mundo, que podría ser precioso, llegue a ser un infierno. Por suerte, esto está cambiando, y mujeres que están en contra de estos ridículos parámetros se han puesto manos a la obra; es el caso de Ashley Graham,
una gran defensora de la inclusión de las modelos con curvas reales. Tras ser portada de la revista Elle y protagonista de editoriales de moda para Vogue y Harper´s Bazzar, se presentó en una de las pasarelas de New York Fashion Week, donde mostró su voluptuosa figura junto a las de otras compañeras. Ashley deslumbró con su gran personalidad en el desfile de STYLE360, lugar en el que mostró su nueva colección de lencería fina.
una gran defensora de la inclusión de las modelos con curvas reales. Tras ser portada de la revista Elle y protagonista de editoriales de moda para Vogue y Harper´s Bazzar, se presentó en una de las pasarelas de New York Fashion Week, donde mostró su voluptuosa figura junto a las de otras compañeras. Ashley deslumbró con su gran personalidad en el desfile de STYLE360, lugar en el que mostró su nueva colección de lencería fina.
La modelo y diseñadora no solo presentó su colección sino que dejó con
la boca abierta a los asistentes al lucir alguna de las prendas junto a
otras modelos talla grande, alejándose de los estándares de
belleza que suelen dominar en la industria, maniquís esqueléticos.
Hechos como estos hacen pensar que algo está cambiando, y que personas como ella son las que harán esto posible, solo hace falta poner un poquito de cada persona para concienciar a diseñadores y personas de que tener una talla 30 no es bonito y que cada mujer tiene algo especial, independientemente de su talla, que puede aportar al mundo de la moda.
Empezar a dar oportunidades a chicas con cuerpos reales y mucha actitud hará que esto deje de ser un tormento y vuelva a ser lo que era antes.
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