jueves, 22 de octubre de 2015

Lugares para pasar miedo 


Nos preparamos para una ruta con parada en desoladores parajes abandonados,embrujadas construcciones sobre antiguos cementerios, puertas a realidades paralelas,entradas al infierno y leyendas como la de la monja con patas de cabra o la terrible tragedia familiar del marqués de Linares. ¿Te atreves a continuar?

 Belchite (Aragón)


                       
La guerra civil española se ensañó con el municipio de Belchite ( Zaragoza, Aragón) y sus habitantes. Tras el conflicto, se decidió construir un pueblo nuevo al lado de las ruinas para que nadie olvidase la barbarie de la batalla. Hoy en día hay quien asegura que entre los conventos abandonados de San Rafael y San Agustín, la torre del reloj o el viejo cementerio se oyen voces y el replicar de unas campanas que ya no existen…



Bélmez de la moraleda (Andalucía)



El pueblo de Bélmez de la Moraleda ( Jaén, Andalucía) se ha hecho famoso por la aparición de unas extrañas pigmentaciones en el cemento. En 1971 unas manchas en forma de rostro afloraron en el suelo de la cocina del número 5 de la calle Real. Algunos investigadores defienden que el origen de las caras tiene que ver con un antiguo cementerio medieval mientras que los más escépticos lo catalogan de fraude.


Monasterio de San Lorenzo de el Escorial (Madrid)



                              

La ubicación de la que fuera considerada la octava maravilla del mundo, el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, no fue elegida por casualidad. Su función era la de tapar una de las bocas del infierno. Su emplazamiento a 50 kilómetros de Madrid fue marcado por el propio Felipe II, tras los consejos de un grupo de expertos en diversas disciplinas. Ya en su interior, se dice que la silla de Felipe II está construida sobre un altar vetón, donde en la Antigüedad se celebraban sacrificios humanos. Fuera, en los alrededores del monasterio, un magnetismo singular altera el comportamiento de las brújulas…


El santuario de la Balma (Valencia)


                       
     

En el mes de septiembre El Santuario de la Virgen de Balma ( Castellón, Comunidad valenciana), enclavado en plena roca, se convierte en centro de peregrinaje para la sanación de enfermos y endemoniados. Fue en el siglo XIII cuando un pastor manco de Sorita quedó deslumbrado ante una misteriosa luz que le bendijo y obró el milagro de devolverle el brazo. Durante muchos años, el santuario fue relegado de las rutas turísticas por sus controvertidas prácticas.


Las Hurdes (Extremadura)



                                 

Al norte de Extremadura, se encuentran las ásperas pizarras de Las Hurdes. Los habitantes de la zona viven sumidos en sus propias creencias y en una endogamia que prolonga enfermedades extinguidas. Los cazadores, que son los únicos que se atreven a cruzar el lugar, cuentan que sus gentes son agresivas y emiten sonidos grotescos. La extensión cuenta con numerosas leyendas como la de un gran pájaro negro, el descabezado de Rubiaco o la misteriosa monja con patas de cabra.


La Mussara (Cataluña)


                                    

El pueblo fantasma de La Mussara está en Tarragona (Cataluña). Se trata de una aldea despoblada por la ruina. Tiempo atrás, la localidad fue rica y señorial, causando la envidia de las poblaciones cercanas. Pero una epidemia de filoxeria atacó a su principal medio de subsistencia, la vid, y en 1956 quedó desértica. A la entrada del pueblo hay una piedra enorme que quien salta, se pierde para siempre. Realidad o leyenda, el número de casos de desaparecidos supera la media.


Palacio de Linares (Madrid)


                                     


Al Palacio de Linares de Madrid le precede su fama de casa encantada. La leyenda dice que el marqués de Linares se casó con su hermana ilegítima y fruto de esa relación nació una niña. Cuando el matrimonio supo de su parentesco, asesinaron a su propia hija para evitar un escándalo y enterraron el cuerpo en el propio palacio. Según cuentan, los espíritus de los tres familiares se manifiestan a los visitantes del palacete, hoy convertido en la sede de la institución cultural Casa de América.


Ochate (Castilla y León) 


                 
                     
El pueblo abandonado de Ochate ( Burgos, Castilla y León) es una localidad marcada por la desgracia. La historia del lugar se ve cercenada por sucesivas epidemias (tifus, viruela y más tarde cólera) que mermaron la población. Los cuerpos de los cadáveres amontonados se enterraron en el centro de la aldea convirtiendo a Ochate en una pequeña necrópolis. Los expertos en fenómenos paranormales afirman que allí se suceden misteriosas actividades y avistamientos.
Zugarramurdi (Navarra)
                                    

La historia del municipio navarro de Zugarramurdi está íntimamente relacionada con el acoso despiadado de la Inquisición, que condenó a sus vecinos a morir en la hoguera acusados de practicar brujería. El tribunal consideró que los lugareños acudían a la célebre cueva Sorginen Leizea (‘la cueva de las brujas’ en euskera) para realizar rituales satánicos. En 2007, la localidad abrió un museo parar explicar la historia de la brujería y retratar la sociedad navarra del siglo XVII con sus mitos y leyendas.


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