lunes, 28 de marzo de 2016

La sorprendente ''decepción'' de una pareja gay alemana tras alojar a 24 refugiados en su casa

  • Dirk Voltz lanza un mensaje de tolerancia en el que lamenta con ironía que los refugiados no cumplan con los estereotipos.
  • Forma parte de un grupo de Facebook montado por un matrimonio palestino para la acogida durante breves espacios de tiempo.
Dirk Voltz y su novio son una pareja alemana que seguía desde su casa las noticias sobre el drama de los refugiados y un día decidieron hacer algo al respecto. Después de alojar en su hogar desde el pasado mes de julio a 24 personas de Irak, Afganistán y Siria y de conocer sus historias, el martes por la noche Dirk decidió compartir su experiencia en su muro de Facebook. Con cierta ironía, expresó su "decepción" al comprobar que todos sus estereotipos con respeto a estos ciudadanos quedaban desarmados. Más de 4.000 compartidos y eco mediático, primero en la prensa alemana, han servido para viralizar su mensaje de tolerancia.
“Convivimos con musulmanes y en casa no se ha usado un cuchillo para nada más que cortar cebollas y carne -viene a decir su escrito-. Ninguno nos insultó porque fuéramos dos hombres compartiendo una cama a medias”. “Podéis estar ahí para otros. O simplemente podéis seguir teniendo miedo. Siento pena por aquellos que viven instalados en el miedo”, termina el post.
DIRK VOLTZ
“Es especialmente en los malos momentos cuando se debe hacer balance. El mío luce así: desde el mes de julio, 24 personas de Siria, Afganistán e Irak se han alojado con nosotros.
Los cuchillos siguen ahí, justo donde los dejé sobre la tabla de cortar, antes de que invitados de Siria o Irak llegaran.
Las llaves de nuestro dormitorio nunca se han usado, a excepción de la vez que un querido invitado de Afganistán las usó como juguete para los gatos. Nuestros cuatro gatos, viejos y gordos, se lo pasaron tan bien como él.
Pero, volviendo a los cuchillos: lo único que se ha “matado” con ellos ha sido un par de cebollas, mucho ajo y todavía más carne.
Mario y yo todavía vivimos. Quizás incluso de un modo más intenso que antes. Sí regresaremos a nuestra “vida normal”.
Por favor, ¿Qué está pasando? Ningún musulmán de los que se quedó aquí intento matarnos mientras dormíamos. Ninguno nos insultó porque fuéramos dos hombres compartiendo una cama a medias. Nadie en ningún caso dijo que prefiriera la ley Sharia sobre la Constitución alemana. Ninguno hasta ahora no ha lamentado haber dejado su país.
Si tuviéramos que contar alguna mala experiencia, solo diría que nuestros nuevos amigos usan demasiada sal y azúcar. Nada que no se pueda solucionar con una compra en el supermercado.
¿Dónde esta entonces el proceso de “islamización” de Alemania? Quizá se quedó en algún lugar de la ruta de los Balcanes -el camino que recorren muchos refugiados hasta llegar a Europa a través de Hungría-. Para los “alemanes preocupados” esa "islamización" llegará, sin duda. Si no ahora, será en 2016, 2017, 2018…
La verdadera decepción para nosotros llega en forma de un SMS cualquiera, de amenazas de muerte en la calle o de cartas insultantes dejadas en la puerta de casa.
O simplemente de los amigos de la escuela, que prefieren citar a Alternativa por Alemania (AfD) -partido euroescéptico y conservador- y quejarse. En vez de enfrentarse a la crisis, es preferible llorar como si no hubiera un mañana. ¡Despertad de una vez!
Como si se pudieran parar los movimientos migratorios. Como si se tuviera alguna influencia sobre la guerra. Como si no tuviéramos todos responsabilidad del horror y el dolor que ocurre en el mundo.
Puede ser el que Islam no pertenezca a Alemania. También pude ser que el diablo esté en todas las religiones. Quizá tenga que seguir luchando los próximos diez años por mis derechos como homosexual. Puede ser también que, en algún momento, caiga en la cuenta de que también he cometido errores.
Todo es posible, nada es obligatorio. ¿Quién sabe lo que ocurrirá algún día? Lo que sí sé con certeza es que este verano y este otoño han cambiado nuestras vidas. Podéis estar ahí para otros. O simplemente podéis seguir teniendo miedo. En ese caso lo lamento. Siento pena por aquellos que viven instalados en el miedo.

Ofrecen su casa a través del grupo de Facebook Place4refugees, una iniciativa privada que conecta a refugiados y a voluntarios. Por lo general, los invitados suelen permanecer unos días, algunos una temporada algo más larga, según sus necesidades, explican a Verne Safaa y Mohammed AbuJarour, el matrimonio palestino que organiza este grupo de apoyo con más de 1.900 miembros en Berlín. De ahí que Voltz haya alojado a 24 personas en estos meses.

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