Anular un virus mortal con 13 balones de fútbol microscópicos
Tiene un tamaño de apenas cuatro millonésimas de milímetro y ha sido
bautizada por sus autores con un nombre que recuerda a las ferias de
pueblo, “superbola de azúcar”, pero puede revolucionar la medicina. Un
equipo de científicos europeos ha creado una supermolécula capaz en el
laboratorio de impedir la infección de un virus del ébola artificial. Esta superbola está formada por 13 fullerenos C60, las
moléculas de carbono que son exactamente como balones de fútbol —pelotas
con 12 pentágonos y 20 hexágonos en su superficie— pero 100 millones de
veces más pequeñas.
La superbola de 13 fullerenos funciona como un andamio esférico al que
se pueden añadir otras moléculas, hasta 120 de momento, resultando una
especie de pulpo con 120 brazos. Con los brazos químicos adecuados, en
este caso los mismos azúcares que envuelven al ébola, esa supermolécula
se dirige hacia las células dendríticas, un tipo de defensas de nuestro
organismo atacado por el virus. En las células dendríticas, la superbola
de 120 brazos se agarra a los receptores que facilitan la entrada del
virus. Cuando llega el patógeno, las puertas están bloqueadas.
“Nuestra nueva molécula tiene una capacidad extraordinaria para inhibir
la infección sobre un receptor concreto de las células dendríticas, pero
los virus pueden utilizar otros receptores para infectar otras células.
Habría que combinar esta estrategia con otras, estamos todavía en una
fase muy experimental” Reconoce el virólogo Rafael Delgado, uno de los autores del estudio.
El físico José Ángel Martín-Gago explica: “Esta estrategia a lo mejor no sirve para curar el ébola, pero es una
aproximación muy precisa para estudiar cómo funcionan los procesos
infecciosos”.
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