sábado, 7 de noviembre de 2015

Dígame qué le duele y le diré qué ha de comer



Los frutos secos son como cápsulas con muchos nutrientes concentrados son ricos en grasa de origen vegetal, más saludable que muchas de las de origen animal. Estamos, pues, ante un alimento muy completo, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye entre aquellos recomendables “para una dieta saludable”. Pero, ¿lo consumimos lo suficiente? el problema no es tanto que lo consumamos poco sino que lo consumimos malAunque forman parte de la dieta mediterránea, normalmente, los comemos como snack, es decir, fritos y con sal, y eso supone un extra sobre la alimentación normal. Son saludables cuando los incorporamos en la preparación habitual de los alimentos
¿Cuál sería una dosis apropiada? La Fundación del Corazón propone “hasta unos 50 gramos de frutos secos” como cantidad adecuada todos los días. Y no conviene dejarlos de lado: aunque no adelgazan, ni por sí mismos curan ninguna enfermedad, ni por supuesto tienen propiedades milagrosas, los frutos secos pueden ser un complemento muy válido para combatir un amplio rango de dolencias o cubrir ciertas necesidades físicas.

-Tengo el colesterol alto: nueces, avellanas y almendras
Si hay un beneficio estrella de los frutos secos es su contribución a la salud cardiovascular. Un consumo de 60 gramos al día baja un 7,8% los niveles de colesterol. Las nueces son el único fruto seco con grasas poliinsaturadas de tipo omega 3, las cuales, además de reducir el colesterol, rebajan la tensión arterial y previenen otras enfermedades del corazón. Las avellanas disminuyen los niveles de homocisteína, un aminoácido que puede dañar el recubrimiento de las arterias. Y un estudio finlandés sostiene que los flavonoides (que se encuentran en la piel de las almendras) también cuidan el corazón. 

-Estoy estreñido: pistachos, macadamias y nueces
Las dietas altas en fibras tienen una merecida fama de enemigas del estreñimiento, pues bien, los pistachos tienen un 10,6% de contenido en fibra, le siguen las nueces (6,5%) y las nueces de Macadamia (5,3%). Además, las dietas altas en fibras vegetales podrían reducir el riesgo de cáncer de colon.


-Soy diabético: anacardos, almendras, piñones y pistachos

Los frutos secos nos aportan una cantidad importante de oligoelementos (minerales que necesitamos en pequeñas cantidades): magnesio, manganeso, calcio, fósforo, hierro, potasio, cinc, cobre y selenio. Centrémonos en el magnesio, presente más abundantemente en anacardos (292 mg / 100 g), almendras (270 mg) y piñones (251 mg): “Es bueno contra la resistencia a la insulina, lo que evitaría el desarrollo de diabetes. Científicos de la Escuela Pública de Salud de Harvard (EE. UU.) han encontrado una relación inversa entre la ingesta de magnesio y el riesgo de diabetes, recomendando que se aumente el consumo de alimentos que lo contienen, entre ellos, los frutos secos. 

-Mi piel está apagada: almendras y avellanas
La cualidad antioxidante de los frutos secos influye en todas las células del organismo, incluidas las de la piel: neutralizan los radicales libres, responsables del envejecimiento. La vitamina E es fundamental para el mantenimiento de una piel saludable, este micronutriente aparece, principalmente, en almendras y avellanas


-Sufro menstruaciones difíciles: pistachos

¿Dolor, irascibilidad…? Los frutos secos pueden aliviarlo. Las vitaminas del grupo B son beneficiosas en el tratamiento de los síntomas del síndrome y la depresión premenstrualY sí: los frutos secos también incorporan importantes cantidades de estas preciadas vitaminas. Decántese por el pistacho, que con 1,7 mg / 100 g es el rey de la vitamina B6.


-Quiero rendir más en el deporte: almendras

Las almendras, concluyeron, “regulan las reservas de carbohidratos, la capacidad antioxidante, el transporte del oxígeno y el metabolismo”. Un dopaje legal, vaya.


-Me duelen los huesos: almendras y piñones

Los frutos secos son una alternativa para complementar el calcio de la dieta; este interviene en la mineralización ósea y en la contracción muscular. Las almendras son los frutos secos que más calcio aportan. Con 269 mg de calcio por 100 gramos, las almendras no tienen rival. Por otra parte, los piñones son ricos en cinc (6,45 mg), y este mineral puede favorecer la formación de los huesos

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