Llevamos toda la vida usando mal el desodorante

Usted se ducha por la mañana antes de salir para no compartir sus efluvios corporales con el resto de la Humanidad. Y, como es natural, se aplica generosamente el desodorante antes de vestirse para asegurarse de que se mantendrán a raya el resto de la jornada. Pues bien, sepa que aunque el resto de las personas aplauden su aseo matutino, la ciencia le suspende en la hora de aplicación.

La Sociedad Internacional contra la Hiperhidrosis lo resume en pocas palabras: hay que aplicar los antitranspirantes por la noche antes de meternos en la cama y siempre sobre la piel totalmente seca. De buena mañana, su acción es más limitada. Llevamos toda la vida haciéndolo de un modo erróneo. No se culpe, pues apenas había forma de saberlo. Eche un vistazo a la información de su desodorante: a diferencia de los champús o de la crema corporal, en muchos de esos pequeños dispensadores no se hace ninguna mención la forma de uso. Y el sentido común incita a usarlos cuando la zona está limpia y arranca una nueva jornada.

Los desodorantes son sustancias que, aplicadas al cuerpo, reducen la evaporación de agua en un ser vivo. Los productos antisudorales actúan introduciendo elementos, como las sales de aluminio, en las entradas a los conductos de las glándulas sudoríparas. Una vez ahí, forman cristales que taponan parte de los poros.

Los antitranspirantes ejecutan mejor su tarea durante el sueño. “Al dormir confluyen dos circunstancias: la producción de sudor baja a su mínimo y la axila está completamente seca, algo casi imposible después de la ducha, ya que la piel siempre queda ligeramente húmeda. En condiciones de sequedad, la penetración es mayor. Y para optimizarla, recomienda frotar la axila con una toalla limpia y seca antes de echar el desodorante y meterse en la cama (el método, por tanto, es ideal para el otoño e invierno y no tanto para las sudorosas noches de verano). De este modo, mientras usted yace en brazos de Morfeo, el producto cuenta con ocho horas para viajar hasta el origen del problema y neutralizarlo. "Sin humedad de por medio que entorpezca la labor".