Cansada de que extraños le enviaran fotos de sus penes, Whitney Bell tomó el poder y convirtió los regalos no solicitados en una galería de arte
Cualquier mujer que haya usado Tinder o algún servicio parecido tiene su propia historia de terror. De hecho, el 57% de las usuarias de apps y webs de citas han sido acosadas sexualmente en alguna ocasión.
Hay algo en el anonimato que saca lo peor de las personas.
Te dicen hola y antes de que puedas responder ya te están mandando
fotos desnudos e invitándote a un motel. Internet eliminó el coqueteo y
ahora se va directo al grano. Muchos creen que por tener una pantalla de
por medio pueden hacer y decir lo que quieran sin temer las
consecuencias... Pero no con Kidd Bell.
Esta joven estadounidense estaba harta de que todo tipo de extraños le mandaran fotos no solicitadas de sus penes y decidió hacer lo que cualquier persona haría: armar una exposición de arte con ellas.
I didn't ask for this: a lifetime of dick pics
(Yo no pedí esto: una vida de fotos de penes) consiste en una imitación
de su apartamento, pero decorado con cientos de fotos de penes, que
muestran la molesta omnipresencia de este tipo de fotografías en su
vida.
Verlas expuestas así, colgando de las
paredes, pone de manifiesto la seriedad del problema, el alcance de una
práctica demasiado común. Estamos ante una forma de acoso sexual casi normalizado.
"Quiero que sientas
como si estuvieras en el hogar de alguien, como si te hubieran dado la
bienvenida en su hogar, pero ni siquiera en este espacio estás seguro",
escribió Bell en la página de Facebook de la exhibición. "Incluso en tu
lugar seguro estás siendo bombardeada por la dominación y la agresión de
género".
¿Qué clase de persona manda una foto así a una mujer desprevenida? Según Bell, quienes lo hacen quieren imponer su poder.
Ninguna de las fotos expuestas fue
solicitada. Todas llegaron por sorpresa o a ella o a sus amigas. Y todas
ellas opinan lo mismo: no son sexies ni nada por el estilo, sino grotescas.
“Estos tipos se excitan sabiendo que forzaron a una chica a ver sus genitales”, explica Bell en una entrevista con Vice. “Saben
que no van a conseguir una cita con ella. Es como gritarle a una mujer
desde un auto. Solo lo estás haciendo porque puedes y porque el mundo te
ha enseñado que eso está bien”.
I didn't ask for this: a lifetime of dick pics es una exhibición con un claro enfoque feminista, pero Bell insiste que no se trata de odiar a los hombres, solo a los acosadores y mostrar lo absurdo del acoso sexual.
El espaciomarca
un contraste fuerte entre las fotos y la decoración antipatriarcal. Es
el trabajo de una mujer que quiere apropiarse de las imágenes que buscan
oprimirla y tomar el poder.
Desde su estreno, la exposición ha
recibido una reacción muy negativa de muchos hombres ofendidos. “En los
últimos cuatro o cinco días he recibido docenas de fotos de penes
acompañadas por comentarios misóginos”, cuenta la artista en
declaraciones a Dazed. “Lo gracioso es que parece que no entienden que sus respuestas solo validan mi punto”.
Bell se mantiene firme y su trabajo se suma a las iniciativas de otras
mujeres que están hartas de ser acosadas por las redes sociales, como
Alexandra Tweten, que creó Bye Felipe para denunciar a los tipos que se vuelven hostiles cuando son rechazados.
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